Y hoy todo lo que te dí parece nada; lo has borrado como quien borra un error. Lo alejaste de tú recuerdo y sólo me convierto en parte innecesaria de tú vida.
El dolor que causa saber que el ser que amas te ignora, no
puede explicarse con palabras; quizá tendrías una idea de aquello si observas
mis largas madrugadas llenas de lágrimas, entre recuerdos que para mí sí son
latentes; entre recuerdos que para mi son importantes.
Es increíble como un día piensas que lo eres todo, y al otro
sólo eres humillada, dejada de lado, como si todo lo que diste fuera nada. Como
si no tuvieses valor alguno.
La angustia que siento por las noches no se compara con
ninguna que he sentido antes. No me logro explicar cómo es que tanto se volvió
cenizas para ti.
Tal vez no te cansas de herir a las personas que te aman;
quizá huyes al amor. Y es que o no sientes nada, o simplemente no tienes temor
de perder “lo que dices amar”.
Me dejas como una niña llena de miedos, que se enfrenta sola
al mundo, con una realidad nueva. No pudiste fingir consuelo, no te importaron
mis lágrimas corriendo por mi rostro mientras decía que te amaba y que no
quería perderte jamás.
Tú falta de interés no tiene explicación; al menos, mis
noches de pensarte, no resuelven el enigma aún.
Y ÉSTO FUE LO ÚNICO QUE ESCRIBÍ HACE DÍAS.
Y ÉSTO FUE LO ÚNICO QUE ESCRIBÍ HACE DÍAS.
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