Los días pasan y éste vacío aumenta con ellos. Definitivamente no sé cuándo empezó todo a sentirse de esta manera; las ganas de gritar invaden mi cuerpo... mi mente... se envenena mi alma. Algo que no logro explicar surge y hace que todo pierda el sentido aparente que posee.
Es sólo dejar que el tiempo pase y sentir que con él me extingo lentamente; viejas ideas negras rondan mi existencia y sólo me veo aquí, llorando, sin que nadie pueda escucharme. Sin lugar a dudas no era así como esperaba sentirme a ésta edad; soñaba con que todo mejoraría y las ganas se mantendrían intactas. Lo cierto es que nada sale como se planea y un día de repente te ves así, estática, sola... herida.
En algún punto de tú vida fuiste destrozada, y tienes que seguir con la presión sobre ti de encargarte que nadie lo note.
Puedes llegar a sentirte sola aún estando rodeada de muchas personas, y entonces te preguntas qué le falta a tú vida para tener razón de ser, y concluyes en algo que siempre supiste pero que no está a tú alcance. Muchas nacen siendo la regla y te tocó ser de aquellas.
Tienes logros y éxito en lo que te propones, siempre consigues lo que deseas, pero DESEAR es sólo eso... conseguir lo que necesitas sería distinto.
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